Una BC muy agradable, sin tapones, sin problemas. Ayuda mucho q sea agosto y circulen pocos coches. Más o menos los que deberían circular todo el año para que tuviermos aire más limpio y Dña Ana Botella no tuviera q pedir una moratoria a Bruselas por incumplir la normativa europea en materia de contaminación atmosférica.
La Bici Crítica siempre me da buen rollo y buenas ideas. Como además las buenas ideas son "copy left" no hay que pagar derechos de autor por ellas.
En el solar del Patio, hay un HUERTO URBANO. Y yo sin saberlo, ¡cuando me queda a 5 minutos de casa! Agotada la fiesta en el Solar, rematamos en el mismísimo Patio Maravillas de la calle del Pez. Más amigos, más ideas, alguna birra y alguna calada porrera, ¿qué más se puede pedir?
Madrid parece un laboratorio social en el que gentes muy diversas ejercen la imaginación creativa y colectiva. En junio de 2004 celebramos la primera ciclonudista y pasado el verano empezó la masa crítica mensual q pronto bautizamos como BICICRÍTICA. ¿HAY QUE VER LO QUE HA LLOVIDO DESDE ENTONCES! La criatura ha salido guapa, guapa y hace tiempo que anda sola.
27.8.10
la BiciCrítica de agosto
Una BC muy agradable, sin tapones, sin problemas. Ayuda mucho q sea agosto y circulen pocos coches. Más o menos los que deberían circular todo el año para que tuviermos aire más limpio y Dña Ana Botella no tuviera q pedir una moratoria a Bruselas por incumplir la normativa europea en materia de contaminación atmosférica.
La Bici Crítica siempre me da buen rollo y buenas ideas. Como además las buenas ideas son "copy left" no hay que pagar derechos de autor por ellas.
En el solar del Patio, hay un HUERTO URBANO. Y yo sin saberlo, ¡cuando me queda a 5 minutos de casa! Agotada la fiesta en el Solar, rematamos en el mismísimo Patio Maravillas de la calle del Pez. Más amigos, más ideas, alguna birra y alguna calada porrera, ¿qué más se puede pedir?
Madrid parece un laboratorio social en el que gentes muy diversas ejercen la imaginación creativa y colectiva. En junio de 2004 celebramos la primera ciclonudista y pasado el verano empezó la masa crítica mensual q pronto bautizamos como BICICRÍTICA. ¿HAY QUE VER LO QUE HA LLOVIDO DESDE ENTONCES! La criatura ha salido guapa, guapa y hace tiempo que anda sola.
16.8.10
De Gaza a Tel Aviv
Ha llegado el momento de despedirse de nuestro Cicerone, Iyad. El taxista pide 50 shekels, Iyad solo está dispuesto a pagar 30, aunque tenga que volver andando. "Adios amigo, espero que volvamos a vernos en Madrid o en Gaza". Tras recorrer andando deprisa el kilómetro de pasillo alambrado, llegamos al Muro de la Verguenza que separa dos extremos opuestos: la riqueza de Israel y la miseria de Gaza. Verdaderamente el paso a través del control israelí, con sus decenas de compartimentos estancos a los que sucesivamente vas pasando, es digno de una película de Woody Alen. Especialmente el gigantesaco escaner circular en el que permaneces de pie ejecutando una coreografía que una voz te dicta por el altavoz y que más tarde descubres que corresponde a una persona que te habla desde un un amplio ventanal enfrente tuyo y a unos 5 metros de altura. El paso resulta tedioso, peo no parece que haya ninguna dificultad y en unos 20 minutos nos hallamos en territorio isrraelí, en la gigantesca estación terminal de Erez y su amplio vestíbulo con aire acondicionado.
El viaje se acaba. Le escribo a un amigo que "desde Gaza a Tel Aviv vengo llorando por toda la orilla". La playa de Tel Aviv, en la misma costa que la de Gaza, está llena de veraneantes. Todos los hoteles están llenos. Quisiera poder salir ya de esta ciudad moderna en la que la gente te mira raro cuando preguntas algo en la calle, pues la mayoría además de no hablar español o francés, con frecuencia no comprende tampoco el inglés. Y a mí se me olvidó comprar un librillo de hebreo para viajeros. Al día siguiente salimos a las ocho de la mañana del hotel y llegamos al aeropuerto Ben Gurion 4 horas antes de la salida del vuelo para Amman, lo que no impide que estemos a punto de perdelo y tengamos que correr por los pasillos, debido a un problema con Iberia que tiene bloqueado nuestro billete de Amman a Madrid, lo que impide que las líneas Jordanas puedan emitir nuestra tarjeta de embarque. Hemos tenido tres interrogatorios exahustivos. Nos han llevado al "cuarto oscuro" -como denominamos bromeando al compartimento en el que te cachean y te piden que te bajes los pantalones para pasarte un escaner por la polla-. A mí me ha tocado un judío negro de Etiopía que trabaja de segurata. La situación es incómoda, creo que también para él.
Horas más tarde volamos desde Amman hacia Madrid. Yo leo "Life at the crossroads. A History of Gaza" de Gerald Butt, en su segunda edición de 2009. Lo alterno con la antología "Poesía árabe contemporánea" publicada por Pedro Martinez Montávez en 1958.
El poema "¡Nunca fuimos esclavos!" del tunecino Sadili Zukar, nacido en 1924, resume mis sentimientos tras realizar este viaje por Palestina:
Nuestros recuerdos pasan... lentamente
El eco de sus pasos se aproxima,
para alzar en mi sangre el resonar del hierro y del martillo.
Y una fuerza potente,
un temblor arrebata mi existencia:
como el ciclón que sube del fondo del abismo.
Roto está el viejo muro de mi cuerpo
-muro de espesa bruma-,
que en su profundidad esconde la mañana y mis entrañas jóvenes.
¡Tan sólo por la fuente del recuerdo se escapa mi
sentir, como un torrente!
La sed de la revuelta se agita por mis venas.
En nuestros corazones ha escrito con su fuego:
Queremos...
que haya una vida libre en nuestra tierra.
¡Pues jamás fuimos siervos!
Queremos...
ser amos del país, soberanos y libres.
¡Jamás fuimos esclavos!
Y las voces se elevan por todos los caminos:
¡Oh, vosotros, los sordos,
los que ansiais beberos nuestra sangre!:
este himno a vosotros se dirige.
Al libre le repugna, en este mundo, vestirse con
las ropas del esclavo.
¡Pues jamás fuimos siervos!
¡Nunca fuimos esclavos!
13.8.10
GAZA DE SOL A SOL
 electricidad, algo tan raro en la Franja. No, si ideas no faltan. Pero todas acaban chocando en el mismo muro: la seguridad de Israel. Todas las plantas depuradoras de Gaza han sido bombardeadas de manera que actualmente toda la mierda va directamente al mar sin tratamiento alguno. No es posible importar los productos químicos necesarios para el tratamiento de las aguas fecales, ni construir nuevas depuradoras.
 Podríamos estar hablando seis meses de los problemas medioambientales de Gaza y no terminaríamos nunca, dice el abogado Raji Sourani, director del Centro Palestino para los Derechos Humanos. Tenemos sol practicamente todo el año, pero no podemos importar la tecnología necesaria para producir enerfgía solar.
La basura se acumula las calles y a falta de incineradoras, alguna gente prende fuego a los contenedores.
Hemos dado un largo paseo por la calle Omar Al Muktar que sale perpendicular a la costa a la altura del puerto para llegar al centro de Gaza y continuar hacia el desierto.
La calle donde se encuentra el Centro de Derechos Humanos, el Parlamento, del que solo queda la puerta tras el bombardeo de su edificio de seis plantas, la plaza Saraya, en la que en otro tiempo no muy lejano hubiera instalaciones militares, arrasadas por las bombas.
Junto a la puerta del Parlamento hay un mural realizado en mosaico que muestra la lucha entre David y Goliath, la metáfora de la desigual relación entre ambos pueblos condenados a compartir una misma tierra.
 Por la noche mi amigo me cuenta su reciente aventura en España. Como fue rechazado el primer día al tratar de salir de Gaza. "¿Paz Ahora?, eso es imposible con vosotros, vuelve a tu casa". Yo le conozco bien, veo la rapidez con la que aprende un nuevo idioma, la absoluta claridad de sus ideas, la madurez de sus veinte años, la eficiencia de su cooperación... claro que quiere la Paz, vive para la Paz, sueña con ella a cada momento y la generosidad de su corazón se desborda y resulta contagiosa. Por fortuna la Diplomacia española, el Consul o el Canciller de España en Jerusalem, lograron que el segundo día Iyad pudiera viajar en un vehículo diplomático desde el puesto de Erez hasta el de Allenby, gracias a lo cual pudimos conocernos en Madrid hace a penas diez días.
Después de pasear arriba y abajo por el centro de Gaza, nos hemos reunido con las dos niñas que vinieron a España en el programa de "Vacaciones por la Paz" y con sus madres. Nunca podré ya olvidar sus miradas, sus palabras cuyo significado presentía antes de que fueran traducidas para sorprenderme con la sensatez de sus razonamientos. Doy gracias a la vida por haberme permitido compartir estos momentos con estas mujeres y sus hijas en el otro extremo de nuestro querido Mediterráneo.
 Junto al puerto de Gaza pude escuchar cómo lo habían pasado las niñas en España, cómo les había beneficiado psicológicamente: "ahora es capaz de volver a reir". La risa de estas niñas es el mayor tesoro que me llevo de esta tierra, y su recuerdo me acompañará durante el resto de mis días.
 Mirando este mar contaminado soñé con ellas un mundo mejor, en el que los niños vuelvan a reir. Reímos juntos mientras Iyad traducía del árabe al inglés y yo del inglés al castellano. Milagro del lenguaje humano que nos permite en cientos de lenguas diferentes expresar nuestros temores y nuestros deseos.
Quedan pocas horas ya para salir de la Franja. Tengo que llamar al puesto fronterizo para asegurarme de que salimos antes de que lo cierren.
Quisiera volver, no imaginaba que fuera a entrar en Gaza y ahora me pregunto cuando volveré, mientras imagino una Gaza distinta, con depuradores de aguas residuales, con energía solar y eólica,
 con jardines orientales en los que pasar las dulces horas de la tarde, compartiendo el tiempo con los amigos. Una Gaza distinta en la que el ansia de sus jóvenes por estudiar, aprender nuevos idiomas, conocer el mundo, la tecnología, la ciencia, la historia, les permita reconstruir su pais para poder ofrecer a sus hijos una vida mejor que la que ellos conocieron. 
El azar me ha traído a esta tierra que si nunca me resultó ajena, ahora se ha instalado para siempre en mi recuerdo y en mis entrañas, con una intimidad insospechada. No me queda más remedio que aprender árabe para que mis próximos viajes resulten más útiles y pueda entender directamente las palabras de las niñas, de los jóvenes, de las mujeres y de los ancianos que viven en esta tierra, cruce de caminos de civilizaciones desde hace más de tres mil años. Más pronto que tarde tendrá que caer el muro de la verguenza, del odio, del miedo.... las alambradas serán arrancadas y los palestinos de Gaza podrán reconstruir su parlamento bombardeado, sus escuelas y hospitales, sus casas y sus sueños. Ya se que no es fácil, que todos me direis que estoy soñando. Y teneis razón, estoy soñando, pero cuando muchas personas tienen el mismo sueño, no sé como, pero al final el sueño termina haciendose realidad. Y yo no puedo dejar de soñar, dejar de imaginar todo lo que se podría hacer para mejorar la vida en esta orilla del Mediterraneo en la que se mezclan Asia, África y Europa.
El atardecer en Gaza es tan hermoso como pueda serlo al otro lado del mar, si bien aquí el sol se pone pone sobre las aguas, como en Lisboa.
 Adios, mis dulces amigos... volveré, porque habeis conquistado mi corazón.
12.8.10
IMAGINANDO EL FUTURO DESDE GAZA
10.8.10
Amanece en Nablus
9.8.10
Desayuno en Jérico con LOS CUATRO DE GAZA
8.8.10
DESDE AMMAN CON DESESPERACIÓN
Unos pocos kilómetros y llegamos al lado jordano de la frontera. Una odisea kafkiana pasar. Tras muchas discusiones logramos que nos permitan acompañar a los palestinos por el paso que les corresponde, después volvemos para atrás y pasamos por el control para los europeos. Finalmente tras muchas discusiones con diferentes policías, logramos reencontrarnos con el grupo en el lado árabe.
Hemos subido al autobús hacia la una de la tarde y estamos en tierra de nadie, cuando llegamos había 8 autobuses delante de nosotros, todavía quedan 4. Mientras tanto diversos coches y autobuses van pasando mientras el sol derrite nuestros sesos y se van licuando nuestros cuerpos inclementemente maltratados.
El paisaje, desértico, vemos unos riscos erosionados por miles de años de vientos insolentes.
La vegetación se agolpa junto a la vega del Jordán. árboles llamados saru en árabe.
Tememos que a alguno de los chavales le de un golpe de calor. Al otro lado en canciller de España espera desde las 8 de la mañana para llevar en un coche diplomático blindado a los tres críos y el monitor de Gaza de vuelta a sus casas. Llamamos a Salam, alias Mari Pau, presidenta de la Asociación Palestina de Cataluña que también espera del lado isrraelí.
Julio llama a España para explicarle a Pilar la situación, a ver si desde España pueden contactar con el canciller español y que este alegue razones humanitarias para pedir a los isrraelíes que nos dejen pasar antes de que nos convirtamos en charcos de sudor y restos licuados de lo que fueran seres humanos.
Las dos y media y si agua.

7.8.10
Palestina en el corazón
Faltan pocas horas para salir desde Barajas rumbo a Aman con los niños palestinos. Anoche tuvieron su fiesta de despedida en el viejo Jhonny (Colegio Mayor San Juan Evangelista)con la actuación de los piratas amigos del Duende Verde. Pocas horas para mirar de frente la realidad de este pueblo injustamente maltratado. No sabemos si podremos entrar en Gaza, inshala, si llegaramos a hacerlo, desde aquí agradzco publicamente a mi amigo Pedro Zerolo sus gestiones. Pedro contribuyó a que los niños pudieeran salir hace unas semanas y sique contribuyendo ahora para que los cooperantes de Paz Ahora podamos entrar en Gaza. Siento un cierto vértigo ante este viaje, tan inesperado como intensamente deseado a lo largo de los años. Recuerdo un día ya lejano en el que una cooperante de Paz Ahora que llevaba meses en Palestina, nos contaba su experiencia a una audiencia reunida en la sala Candilejas de Madrid. Siempre, cuando oigo este tipo de testimonios siento el deseo de poder hacer algo al respecto. Y luego está el viaje en sí, a Ramala, Hebrón, Nablus, Jerusalem...
No soy creyente y sin embargo creo que rezaré por la paz en la explanada de las mezquitas, en el muro de las lamentaciones, en la Basílica de la Natividad... Como es posible que un lugar tan emblemático para las tres grandes religiones monoteistas sea al mismo tiempo escenario de tanto odio, tanta violencia, tanta injusticia.
Anoche saludé al Consul de la Autoridad Palestina en Madrid, al Presidente de la Asociación Palestina en Madrid, a la entrada del Johnny, rodeados de niñas y de niños de Ramala, Nablus, Kalkiya, Gaza.., "las autoridades" como decía Julio, presidente de Paz Ahora, les transmití la solidaridad de mi partido, el Partido Verde Europeo, de las compañeras de la Coordinadora Verde. Después del día que vendrá llegará la noche y Julio me irá contando cual es en su opinión la situación actual de Palestina y cual el futuro de la paz... yo tomaré sus palabras al dictado para redactar un informe que nos han pedido las compañeras de Verdes Sin Fronteras, y Palestina se irá enredando en mi alma... Trataré de ser un fiel amanuense copiando la realidad, algo imposible, porque hay realidades imposibles de reproducir en toda su dimensión por más que sigamos escribiendo una palabra tras otra. Recordaré entonces lo último que escribio Jean Genet, su testimonio tras las matanzas de Shabra y Chatila, hace ya tantos años, intentando en vano que nada de cuanto vea me sorprenda. Algunos días todos deberíamos ser palestinos.
"Su talle es dulce y su presencia nos lleva al Paraiso. 
Y el infierno parece cuando ella nos abandona.
Fuma, mas no por vicio: 
sino por impedir tan sólo que las abejas vengan a libar en sus labios"
decía el poeta Muahammad Ibn Ibrahim Al Marrakusi y sus palabras volvían a la vida en "Las mil y una noches" por Ninetto y Absurdino en nuestro Candilejas del viejo Madrid, junto a La Morería. Vuelvo a leer aquellos poemas, de Yamil Sidqu¡i az Zahawi, "el Poeta de Irak" o de Muahmad Jaznadar, "Principe de los poetas tunecinos":
"LA LIBERTAD 
Es libre quien no se humilla al opresor,
¡Ataca a tu adversario!
¿A quien temes? ¡Ay de tí! Y en tus inmensas desventuras,
¿por qué soportas a quien te mira con sus altivos ojos?
Pues ¡cuán débil parece,
el que pasa su vida a la espera del favor,
que sus mismos paisanos o un enemigo imbécil
quieran concederle!
¡Camina, para tu bien,
prudente por la senda de la vida!
¡Y abre, con energía, las puertas todas que se te cierren!
Hay sólo dos caminos: la dicha o la desgracia.
¡Se dichoso o infeliz!, como desees".
Poetas libaneses, egipcios, sirios, jordanos, palestinos...
que vuestras palabras sean un dulce bálsamo para las heridas del alma y del cuerpo en este viaje por Cisjordania y Gaza.
6.8.10
buscando la paz desde Gaza a Gibraltar
 las niñas palestinas participantes en el programa "Vacaciones por la Paz" de la ONG Paz Ahora interpretan un cuento canción que narra su experiencia y su firme voluntad de seguir adelante es busca de la paz y la libertad
sucedió en San Fernando de Henares el 3 de agosto de 2010
No podía yo imaginar el pasado martes mientras charlaba con Julio Rodriguez, preidente de Paz Ahora, que mañana saldría para Palestina acompañando a los 42 niños y 7 monitores del programa Vacaciones por la Paz.
Ese mismo día leía en Público el reportaje "El Mediterraneo se muere" que cuenta el macroestudio realizado por científicos de todo el mundo sobre la crítica situación del Mare Nostrum y su biodiversidad. Cambio Climático, sobrepesca, contaminación, especies invasoras, destrucción del habitat...  
Me sorprendió una dato curioso: mientras en Gibraltar hay 49 especies amenazadas en peligro de extinción, en el otro extremo, en Gaza, solo hay una especie amenazada y en peligro de extinción. Ya, pensé, la especie humana, debido al bloqueo de Isrrael. Fue así como surgió la idea de relacionar la busqueda de la paz en el plano convencional -la Paz en Oriente Medio- con la busqueda de la paz entre la sociedad humana y el planeta.
Algo que llevan haciendo desde hace años ecologistas palestinos, jordanos e isrraelies organizados en la ONG Amigos de la Tierra de Oriente Medio. La cuenca del río Jordán que comparten los tres pueblos y de la que dependen para obtener el agua que necesitan para vivir, tiene no pocos problemas medioambientales. Su gestión conjunta, de forma justa y sostenible podría ser un camino verde para la paz en la región
limpiando un vertido en las playas de Algeciras
Mañana volaremos de Madrid a Aman para entrar el domingo en Cisjordania y tal vez también Gaza.
Me gustaría tanto asomarme a este mar tan nuestro desde la otra orilla...
la orilla de la desesperación, la falta de recursos de todo tipo, de productos de primera necesidad...
quisiera mojar mis pies en las playas de Gaza y sentir que en el futuro, los niños de esta tierra maltratada podrán disfrutar de la vida igul que otros lo hacen en la playa de Bolonia, la vieja Baelo Claudia, mi favorita en la costa gaditana, porque entre otras cosas, desde allí se puede ver el minarte de la mezquita de Tanger.
5.8.10
creando redes verdes
2.8.10
Los poetas están invadiendo Madrid