El Ayuntamiento de Madrid acierta al implantar la recogida
selectiva de la orgánica. Los biorresiduos, restos alimentarios y restos de
poda y jardinería básicamente representan casi la mitad del cubo doméstico y un
34% de los residuos urbanos. Su recogida y tratamiento selectivo es
imprescindible para recuperar los recursos que contienen, materia orgánica que
transformada en compost necesitamos para nutrir nuestros parques, jardines,
bosques forestales y espacios naturales así como para feritilizar suelo
agrícola en el entorno de la biorregión madrileña más allá del municipio.
La recogida selectiva de la orgánica mejora también el resto
de fracciones y su tratamiento permite alcanzar el objetivo de un 50% de
preparación para la reutilización y el reciclaje que marca la UE para 2020.
En noviembre de 2017 se inicia la recogida selectiva en 17
ámbitos de 10 distritos de la ciudad. En otoño el modelo se extiende a 12
distritos para llegar a los 21 distritos entre 2019 y 2020.
De todos modos todos los municipios estarán obligados a
recoger separadamente la orgánica a partir de 2020. En Madrid nos hemos
adelantado, si bien Barcelona y otros municipios nos llevan una década de
delantera. “Acierta con la orgánica” es la exitosa campaña de comunicación para
la implantación de la recogida separada de la fracción orgánica: www.aciertaconlaorgánica@madrid.es . Se han visitado individualmente domicilios
y comercios de los 17 ámbitos donde se ha iniciado el piloto, facilitando un
kit para el compostaje (cubito marrón, imanes informativos para la nevera , etc)
así como puntos informativos en los barrios pioneros. El porcentaje de
impropios ha sido de un 25%, muy similar al de otras ciudades que inician la
recogida selectiva. Barcelona podría estar en un 14% de media y Milán afirma
haber alcanzado un 4%, cifra que es cuestionable. Por el contrario en Finlandia
tras una década de recogida selectiva siguen en un 25%. Sin duda hay mucho
margen de mejora para reducir los impropios. Pero un porcentaje superior 2% impide obtener un compost de calidad con valor
agrícola. Hay otra forma de obtener recursos de la materia orgánica: la
biometanización, proceso de maduración sin aire para la obtención de metano. El
Parque Tecnológico de Valdemingomesz dispone de 5 digestores para
biometanización de la orgánica con una capacidad de unas 300.000T año.
La nueva Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos
2018/2022 del Ayuntamiento de Madrid contempla el fomento del compostaje
doméstico y comunitario como medida de prevención y el Agrocompostaje como
tratamiento complementario. Por otro lado
las plantas de tratamiento de la orgánica están en proceso de trasformación
preparándose para la llegada selectiva de la orgánica de toda la ciudad en
menos de dos años.
Las inversiones que se hicieron en décadas pasadas para la
biometanización, con fondos europeos, serían imposibles hoy en día por lo que
se descarta ampliar la capacidad para biometanización. Está en vías de solución
el que parte del metano obtenido no pudiera aprovecharse, quemándose en
entorcha, debido a las limitaciones de los contratos. Es una buena noticía que
permitará aprovechar todo el metano. Tras la obtención del metano lo que queda
es un digestato, materia orgánica con alto contenido de agua y similar a los
lodos. El digestato presenta dificultades para su compostaje . Actualmente se
está trabajando para su evetual secado en las plantas de secado de lodos de
depuradoras como Butarque. Pero esta solución implica coste y huella ecológica
por su trasnporte.
Por otro lado el ”Valdemingomez de la Economía Circular” va
a permitir dotar al Parque de capacidad de innovación e investigación. Hoy en
día hay diversos métodos que permiten acelerar el proceso de compostaje. El
compostaje con larvas de insectos permite reducir el proceso a 5 semanas,
frente a los 3 o 4 meses del compostaje tradicional. El uso de algas también
permite acelerar el proceso aportanto al mismo tiempo nutrientes al compost
final.
El compostaje aerobio (en presencia de aire) para la
obtención de compost es un complemento imprescindible a sumar al tratamiento
anaerobio (sin aire) para la obteción de metano.
El compostaje doméstico y comunitario descentralizado es una
potente herramienta para obtener un compost de altísima calidad que podría
llegar a alcanzar un 10% de la orgánica en el municipio. Parece poco, porque lo
importante es saber que hacemos con el restante 90% de los biorresiduos. Sin
embargo es un modo de contribuir al objetivo de reducción de la generación de
residuos que podemos estimar en un 3,4% del total generado por la ciudad, nada
menos que 42.000 toneladas considerando el total de RSU generados por la ciudad
en 2017 (1.300.000 Toneladas).
En 2017 se puede estimar que la ciudad produjo 442.000 T de
biorresiduos. La contribución del compostaje doméstico y comunitario
descentralizado reduciría la cifra a
400.000 T. El compostaje doméstico y comunitario es una medida de prevención,
son residuos que no generan costes de recogida y tratamiento.
En 2016 pusimos en marcha dos proyectos piloto para el
Agrocompostaje , Madrid Agrocomposta http://madridagroecologico.org/presentacion-de-madrid-agrocomposta-el-primer-piloto-de-recuperacion-de-materia-organica-para-agrocompostaje/
en los que se recogieron y trataron 32 toneladas de residuos con un procentaje
del 0,2% de impropios. Los residuos eran aportados por huertos urbanos,
comedores escolares y otros y se llevaron a huertas agrícolas periurbanas para
su compostaje y aprovechamiento como
fertilizante natural.
En octubre de 2017 licitamos un contrato por dos años para
el agrocompostaje, con un alcance de recogida y tratamiento de 200 T año. El
procentaje de impropios está en el 0,1%
El primer nodo de compostaje comunitario surgió en Hortaleza
en diciembre de 2016. https://compostajecomunitariohtz.wordpress.com/
Un espacio comunitario para el compostaje pionero en la ciudad. En 2017 se
aprobó en los Presupuestos Participativos
la extensión de los nodos de compostaje comunitario a todos los barrios
del distrito. La “marea marrón” de
Hortaleza ha creado una moneda social: la MOLA (materia orgánica liberada) http://madridagroecologico.org/mola-residuos-organicos-barrio/
. Por cada kilo de residuos aportados se
obtiene una Mola, vale de descuento equivalente a 0,25€ en los comercios locales adheridos a la
iniciativa.
Sin duda hay un reto por delante para hacer la
transformación que supone esta revolución marrón. Revolución porque es un
cambio cultural enorme y un vector de cambio importante en la estrategia para
hacer la ciudad más sostenible, saludable y resiliente. Marrón, porque es un
marrón, es un cambio complicado que necesita implicación de toda la ciudadanía
para tener éxito. Pero es un cambio imprescindible. Por eso las organizaciones
sociales que trabajan en el ámbito de los residuos han dicho muy claro:
#QueremosUnMarrón. Queremos hacernos cargo de nuestros biorresiduos para
compostarlos.
Contamos con un movimiento social generado entorno al
compostaje y al que el Ayuntamiento ha sido muy receptivo facilitando el nodo
de compostaje de Hortaleza y dando continuidad al proyecto de Agrocompòstaje
con una licitación en abierto. Sin duda los cambios son lentos, condicionedos
por las dificultades de los procesos administrativos municipales y la enorme
inercia de un modelo de gestión en las última decádas, caro, ineficiente y
caótico.
Residuo forestal y de poda y jardinería
En marzo de este año las lluvias y tormentas produjeron la
caída de unos 2.000 árboles en la ciudad (la media histórica mensual está en 42
arboles caidos). Muchos de ellos en Casa de Campo. Nos pedían 18.000€ por
retirarlos. En lugar de eso se subastó el aprovechamiento del residuo y lo
obtuvo la empresa segoviana Sintala http://sintaladesign.com/
por 3.000€ más 5000€ en mobiliario para el parque obtenido de la propia madera.
El gran residuo forestal tiene un aprovechamiento como reutilización de la
madera, más interesante que su reciclaje para biomasa.
Actualmente el residuo de poda municipal (menor de 30 cm de
diámetro)va a la planta de Compostaje de Migas Calientes. Se obtiene “mulching”
de diversos grosores que sirve para acolchado de zonas verdes y también como
estructurante para el compostaje de restos alimentarios.
Los parques forestales, parques históricos, jardines, zonas
verdes y hasta los alcorques de la ciudad necesitan materia orgánica que
regenere el suelo. Más ahora que con el Plan de Infrastructura Verde y
Biodiversidad se apuesta por la naturalización de la ciudad y el abandono
progresivo de fertilizantes y herbicidas
químicos. Migas calientes recibe una parte del residuo de poda municipal y nada
del residuo de poda privado. Es una planta excelente que ha estado trabajando
por debajo de su capacidad, hasta la ejecución de los planes extraordinarios de
poda y tala para el saneamiento del arbolado urbano, periodo en el que ha
aumentado su rendimiento. Ese acolchado
que se obtiene es una excelente alternativa a las insostenibles praderas.
Madrid no puede permitirse el derroche de agua que supone la pradera, propia de
otros climas, menos aún ante el aumento de la temperatura y la pérdida de
recursos hídricos.
Pero Migas Calientes no tiene capacidad para gestionar todo
el residuo de poda municipal y menos aún el privado. Los parques y jardines
producen un residuo que necesitan para regenerar el suelo y lo más útil y
sostenible es hacerlo en el propio parque o jardín. Los huertos urbanos
compostan sus propios restos vegetales y
algunos compostan también restos alimentarios de las familias del huerto.
Todos los parques tienen espacio para compostar estos
vegetales. Hasta en una terraza de 6 m2 puedes hacer compostaje doméstico. El compostaje
del residuo de poda en el propio parque es también una medida de prevención que
elimina el transporte a la planta de tratamiento y contribuye a la regeneración
natural del suelo. Hay muchos lugares en parques y zonas verdes donde sería
posible no solamente compostar el resiudo de poda sino también poner en marcha
nodos de compostaje comunitario para tratar los residuos alimentarios del
vecindario. Uno de esos lugares es la Quinta de Torre Arias. En la parcela
norte de la Quinta que carece de edificios ni elementos históricos hay espacio
suficiente para compostar los restos orgánicos de todo el entorno, en un
proyecto comunitario participativo que podría incluir un gran huerto solidario,
dando continuidad al existente en la parcela histórica.
Debemos prepararnos para el calentamiento global haciendo la
ciudad más resiliente y natural. La visión de la fracción orgánica debe estar
ligada a la estrategia para desarrollar la infraestrucura verde de la ciudad y
la biodiversidad creando corredores ecológicos y nuevos espacios verdes como
cubiertas vegetales, plazas duras naturalizadas y nuevas plantacionmes
forestales.
El Madrid del siglo XXI debe aprovechar sus terrazas y
azoteas tanto para la producción de energía solar fotovoltaica como para la
instalación de cubiertas vegetales que aumentan la eficiencia bioclimática del
edificio y contribuyen a aumentar la masa vegetal de la ciudad.
El compostaje doméstico
tiene mucho potencial de desarrollo en las zonas con viviendas
unifamiliares dotas de jardín. Pero también en comunidades de propietarios
dotadas de espacios interiores, patios y jardines donde podrían compostar los
residuos orgánicos de los residentes con supervisión y apoyo por parte del Ayuntamiento.
Debemos entender que es necesario un enorme esfuerzo de toda
la ciudadnía, residentes, sector comercial, Ayuntamiento, trabajadores,
empresas para lograr que la recogida selectica de la orgánica sea un éxito y
podamos reducir los impropios por debajo del 25%. Pero al mismo tiempo hay un
sector de la sociedad dispuesto a participar en procesos virtuosos de
tratamiento de la orgánica en los que el procentaje de impropios se situa ya en
un 0,1% permitiendo la obtención de un compost de alta calidad.
El plan de fomento del compostaje doméstico y comunitario
deberá abordar sesiones formativas e incentivos para las familias que se acojan
a este modelo. Por ejemplo podría haber una partida para Comunidades de
Propietarios que se acojan al compostaje comunitario y una jornada festiva de
la orgánica en la que se premiara al “mejor marrón” de Madrid.
Por su parte el Agrocompostaje tiene también un potencial de
crecimiento enorme. Los comedores escolares y de empresa que participan
actualmente en el contrato de Agrocompostaje aportan un residuo de alta calidad
con un mínimo de impropios. Junto a los contenedores abiertos, en los que la
experiencia dice que resulta muy difícil evitar un alto porcentaje de
impropios, podría haber contenedores de “gama A” para aquellas familias,
empresas y colectivos que desean hacer
un mayor esfuerzo, contenedores que se destinarían a un tratamiento virtuoso de
Agrocompostaje para la obtención de compost de calidad con valor como
fertilizante agrícola.
Madrid Acierta con la orgánica es el inicio de un proceso de
transformación lleno de oportunidades para lograr una gestión sostenible de
nuestros residuos.