30.6.18

#QueremosUnMarrón Madrid, ¡acierta con la orgánica!


El Ayuntamiento de Madrid acierta al implantar la recogida selectiva de la orgánica. Los biorresiduos, restos alimentarios y restos de poda y jardinería básicamente representan casi la mitad del cubo doméstico y un 34% de los residuos urbanos. Su recogida y tratamiento selectivo es imprescindible para recuperar los recursos que contienen, materia orgánica que transformada en compost necesitamos para nutrir nuestros parques, jardines, bosques forestales y espacios naturales así como para feritilizar suelo agrícola en el entorno de la biorregión madrileña más allá del municipio.
La recogida selectiva de la orgánica mejora también el resto de fracciones y su tratamiento permite alcanzar el objetivo de un 50% de preparación para la reutilización y el reciclaje que marca la UE para 2020.
En noviembre de 2017 se inicia la recogida selectiva en 17 ámbitos de 10 distritos de la ciudad. En otoño el modelo se extiende a 12 distritos para llegar a los 21 distritos entre 2019 y 2020.
De todos modos todos los municipios estarán obligados a recoger separadamente la orgánica a  partir de 2020. En Madrid nos hemos adelantado, si bien Barcelona y otros municipios nos llevan una década de delantera. “Acierta con la orgánica” es la exitosa campaña de comunicación para la implantación de la recogida separada de la fracción orgánica: www.aciertaconlaorgánica@madrid.es  . Se han visitado individualmente domicilios y comercios de los 17 ámbitos donde se ha iniciado el piloto, facilitando un kit para el compostaje (cubito marrón, imanes informativos para la nevera , etc) así como puntos informativos en los barrios pioneros. El porcentaje de impropios ha sido de un 25%, muy similar al de otras ciudades que inician la recogida selectiva. Barcelona podría estar en un 14% de media y Milán afirma haber alcanzado un 4%, cifra que es cuestionable. Por el contrario en Finlandia tras una década de recogida selectiva siguen en un 25%. Sin duda hay mucho margen de mejora para reducir los impropios. Pero un porcentaje superior 2%  impide obtener un compost de calidad con valor agrícola. Hay otra forma de obtener recursos de la materia orgánica: la biometanización, proceso de maduración sin aire para la obtención de metano. El Parque Tecnológico de Valdemingomesz dispone de 5 digestores para biometanización de la orgánica con una capacidad de unas 300.000T año.
La nueva Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos 2018/2022 del Ayuntamiento de Madrid contempla el fomento del compostaje doméstico y comunitario como medida de prevención y el Agrocompostaje como tratamiento complementario.  Por otro lado las plantas de tratamiento de la orgánica están en proceso de trasformación preparándose para la llegada selectiva de la orgánica de toda la ciudad en menos de dos años.
Las inversiones que se hicieron en décadas pasadas para la biometanización, con fondos europeos, serían imposibles hoy en día por lo que se descarta ampliar la capacidad para biometanización. Está en vías de solución el que parte del metano obtenido no pudiera aprovecharse, quemándose en entorcha, debido a las limitaciones de los contratos. Es una buena noticía que permitará aprovechar todo el metano. Tras la obtención del metano lo que queda es un digestato, materia orgánica con alto contenido de agua y similar a los lodos. El digestato presenta dificultades para su compostaje . Actualmente se está trabajando para su evetual secado en las plantas de secado de lodos de depuradoras como Butarque. Pero esta solución implica coste y huella ecológica por su trasnporte.
Por otro lado el ”Valdemingomez de la Economía Circular” va a permitir dotar al Parque de capacidad de innovación e investigación. Hoy en día hay diversos métodos que permiten acelerar el proceso de compostaje. El compostaje con larvas de insectos permite reducir el proceso a 5 semanas, frente a los 3 o 4 meses del compostaje tradicional. El uso de algas también permite acelerar el proceso aportanto al mismo tiempo nutrientes al compost final.
El compostaje aerobio (en presencia de aire) para la obtención de compost es un complemento imprescindible a sumar al tratamiento anaerobio (sin aire) para la obteción de metano.
El compostaje doméstico y comunitario descentralizado es una potente herramienta para obtener un compost de altísima calidad que podría llegar a alcanzar un 10% de la orgánica en el municipio. Parece poco, porque lo importante es saber que hacemos con el restante 90% de los biorresiduos. Sin embargo es un modo de contribuir al objetivo de reducción de la generación de residuos que podemos estimar en un 3,4% del total generado por la ciudad, nada menos que 42.000 toneladas considerando el total de RSU generados por la ciudad en 2017 (1.300.000 Toneladas).

En 2017 se puede estimar que la ciudad produjo 442.000 T de biorresiduos. La contribución del compostaje doméstico y comunitario descentralizado  reduciría la cifra a 400.000 T. El compostaje doméstico y comunitario es una medida de prevención, son residuos que no generan costes de recogida y tratamiento.
En 2016 pusimos en marcha dos proyectos piloto para el Agrocompostaje , Madrid Agrocomposta http://madridagroecologico.org/presentacion-de-madrid-agrocomposta-el-primer-piloto-de-recuperacion-de-materia-organica-para-agrocompostaje/ en los que se recogieron y trataron 32 toneladas de residuos con un procentaje del 0,2% de impropios. Los residuos eran aportados por huertos urbanos, comedores escolares y otros y se llevaron a huertas agrícolas periurbanas para su compostaje y aprovechamiento  como fertilizante natural.
En octubre de 2017 licitamos un contrato por dos años para el agrocompostaje, con un alcance de recogida y tratamiento de 200 T año. El procentaje de impropios está en el 0,1%
El primer nodo de compostaje comunitario surgió en Hortaleza en diciembre de 2016. https://compostajecomunitariohtz.wordpress.com/ Un espacio comunitario para el compostaje pionero en la ciudad. En 2017 se aprobó en los Presupuestos Participativos  la extensión de los nodos de compostaje comunitario a todos los barrios del distrito.  La “marea marrón” de Hortaleza ha creado una moneda social: la MOLA (materia orgánica liberada) http://madridagroecologico.org/mola-residuos-organicos-barrio/ . Por cada  kilo de residuos aportados se obtiene una Mola, vale de descuento equivalente a  0,25€ en los comercios locales adheridos a la iniciativa.
Sin duda hay un reto por delante para hacer la transformación que supone esta revolución marrón. Revolución porque es un cambio cultural enorme y un vector de cambio importante en la estrategia para hacer la ciudad más sostenible, saludable y resiliente. Marrón, porque es un marrón, es un cambio complicado que necesita implicación de toda la ciudadanía para tener éxito. Pero es un cambio imprescindible. Por eso las organizaciones sociales que trabajan en el ámbito de los residuos han dicho muy claro: #QueremosUnMarrón. Queremos hacernos cargo de nuestros biorresiduos para compostarlos.
Contamos con un movimiento social generado entorno al compostaje y al que el Ayuntamiento ha sido muy receptivo facilitando el nodo de compostaje de Hortaleza y dando continuidad al proyecto de Agrocompòstaje con una licitación en abierto. Sin duda los cambios son lentos, condicionedos por las dificultades de los procesos administrativos municipales y la enorme inercia de un modelo de gestión en las última decádas, caro, ineficiente y caótico.

Residuo forestal y de poda y jardinería
En marzo de este año las lluvias y tormentas produjeron la caída de unos 2.000 árboles en la ciudad (la media histórica mensual está en 42 arboles caidos). Muchos de ellos en Casa de Campo. Nos pedían 18.000€ por retirarlos. En lugar de eso se subastó el aprovechamiento del residuo y lo obtuvo la empresa segoviana Sintala http://sintaladesign.com/ por 3.000€ más 5000€ en mobiliario para el parque obtenido de la propia madera. El gran residuo forestal tiene un aprovechamiento como reutilización de la madera, más interesante que su reciclaje para biomasa.
Actualmente el residuo de poda municipal (menor de 30 cm de diámetro)va a la planta de Compostaje de Migas Calientes. Se obtiene “mulching” de diversos grosores que sirve para acolchado de zonas verdes y también como estructurante para el compostaje de restos alimentarios.
Los parques forestales, parques históricos, jardines, zonas verdes y hasta los alcorques de la ciudad necesitan materia orgánica que regenere el suelo. Más ahora que con el Plan de Infrastructura Verde y Biodiversidad se apuesta por la naturalización de la ciudad y el abandono progresivo de fertilizantes  y herbicidas químicos. Migas calientes recibe una parte del residuo de poda municipal y nada del residuo de poda privado. Es una planta excelente que ha estado trabajando por debajo de su capacidad, hasta la ejecución de los planes extraordinarios de poda y tala para el saneamiento del arbolado urbano, periodo en el que ha aumentado su rendimiento.  Ese acolchado que se obtiene es una excelente alternativa a las insostenibles praderas. Madrid no puede permitirse el derroche de agua que supone la pradera, propia de otros climas, menos aún ante el aumento de la temperatura y la pérdida de recursos hídricos.
Pero Migas Calientes no tiene capacidad para gestionar todo el residuo de poda municipal y menos aún el privado. Los parques y jardines producen un residuo que necesitan para regenerar el suelo y lo más útil y sostenible es hacerlo en el propio parque o jardín. Los huertos urbanos compostan sus propios restos vegetales  y algunos compostan también restos alimentarios de las familias del huerto.
Todos los parques tienen espacio para compostar estos vegetales. Hasta en una terraza de 6 m2 puedes hacer compostaje doméstico. El compostaje del residuo de poda en el propio parque es también una medida de prevención que elimina el transporte a la planta de tratamiento y contribuye a la regeneración natural del suelo. Hay muchos lugares en parques y zonas verdes donde sería posible no solamente compostar el resiudo de poda sino también poner en marcha nodos de compostaje comunitario para tratar los residuos alimentarios del vecindario. Uno de esos lugares es la Quinta de Torre Arias. En la parcela norte de la Quinta que carece de edificios ni elementos históricos hay espacio suficiente para compostar los restos orgánicos de todo el entorno, en un proyecto comunitario participativo que podría incluir un gran huerto solidario, dando continuidad al existente en la parcela histórica.
Debemos prepararnos para el calentamiento global haciendo la ciudad más resiliente y natural. La visión de la fracción orgánica debe estar ligada a la estrategia para desarrollar la infraestrucura verde de la ciudad y la biodiversidad creando corredores ecológicos y nuevos espacios verdes como cubiertas vegetales, plazas duras naturalizadas y nuevas plantacionmes forestales.
El Madrid del siglo XXI debe aprovechar sus terrazas y azoteas tanto para la producción de energía solar fotovoltaica como para la instalación de cubiertas vegetales que aumentan la eficiencia bioclimática del edificio y contribuyen a aumentar la masa vegetal de la ciudad.
El compostaje doméstico  tiene mucho potencial de desarrollo en las zonas con viviendas unifamiliares dotas de jardín. Pero también en comunidades de propietarios dotadas de espacios interiores, patios y jardines donde podrían compostar los residuos orgánicos de los residentes con supervisión y apoyo  por parte del Ayuntamiento.
Debemos entender que es necesario un enorme esfuerzo de toda la ciudadnía, residentes, sector comercial, Ayuntamiento, trabajadores, empresas para lograr que la recogida selectica de la orgánica sea un éxito y podamos reducir los impropios por debajo del 25%. Pero al mismo tiempo hay un sector de la sociedad dispuesto a participar en procesos virtuosos de tratamiento de la orgánica en los que el procentaje de impropios se situa ya en un 0,1% permitiendo la obtención de un compost de alta calidad.
El plan de fomento del compostaje doméstico y comunitario deberá abordar sesiones formativas e incentivos para las familias que se acojan a este modelo. Por ejemplo podría haber una partida para Comunidades de Propietarios que se acojan al compostaje comunitario y una jornada festiva de la orgánica en la que se premiara al “mejor marrón” de Madrid.
Por su parte el Agrocompostaje tiene también un potencial de crecimiento enorme. Los comedores escolares y de empresa que participan actualmente en el contrato de Agrocompostaje aportan un residuo de alta calidad con un mínimo de impropios. Junto a los contenedores abiertos, en los que la experiencia dice que resulta muy difícil evitar un alto porcentaje de impropios, podría haber contenedores de “gama A” para aquellas familias, empresas  y colectivos que desean hacer un mayor esfuerzo, contenedores que se destinarían a un tratamiento virtuoso de Agrocompostaje para la obtención de compost de calidad con valor como fertilizante agrícola.

Madrid Acierta con la orgánica es el inicio de un proceso de transformación lleno de oportunidades para lograr una gestión sostenible de nuestros residuos.

¡Vinimos a cambiar el mundo! Por un Orgullo Verde


Hace cuarenta años nos juntamos todos los peligrosos para celebrar el primer Orgullo en Madrid. Decíamos que no veníamos a cambiar las leyes, sino la vida. Y me pregunto, ¿hemos cambiado el mundo? Y la respuesta es sí, pero… apenas hemos empezado.
Y no queda tiempo. 2050 es la fecha límite para impedir que el calentamiento global ocasione una catástrofe ecológica. Sin medio ambiente no tendremos ningún ambiente.
Madrid es hoy referente mundial de la igualdad, pero cada día se suceden agresiones homófobas y tránsfobas en nuestra Comunidad. Por todo el planeta nuestras hermanas son perseguidas, encarceladas, torturadas, asesinadas…
Queda mucho por hacer.
Miremos hacia atrás y reconozcamos todo lo que hemos logrado, el matrimonio igualitario, el cambio cultural. Somos una minoría, la comunidad LGTBI, que nos hemos transformado en mayoría porque la sociedad madrileña nos ha hecho protagonistas de las fiestas más populares de la ciudad.
Tenemos poder y capacidad de influencia y debemos ejercerla. Asumiendo la urgencia de impedir que decenas de miles de seres humanos que huyen de la guerra, el hambre y la persecución mueran cada año en el Mediterráneo… o en la frontera sur de EEUU.
La urgencia de frenar el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad, de cambiar nuestro modelo de producción y consumo. ¡BASTA YA DE USAR Y TIRAR!
Debemos dar ejemplo, y un Orgullo que se precie deberá ser también sostenible, ecológico y verde. Porque es necesario cambiar nuestro modelo de consumo y de ocio. Y nosotras somos great influencers, un modelo de referencia. Es posible disfrutar del Orgullo sin latas ni botellas ni vasos de tirar. Porque dejamos una enorme cantidad de toneladas de residuos después de la fiesta.
¡Bebidas de grifo y vasos reutilizables obligatorios en el Orgullo de 2019!
¡Fuentes y botijos por toda la ciudad!
AEGAL en 2017 aceptó un pequeño proyecto de vasos reutilizables, muy por debajo de la petición del Ayuntamiento. En 2018 no tenemos vasos reutilizbles. Yo creo que los 500.000€ que aporta el Ayuntamiento de Madrid a AEGAL deberían permitir apostar por un Orgullo sostenible y rebajar el coste para las arcas municipales de la limpieza y recogida de los residuos que dejamos.
2019 será un año un importante. Me gustaría celebrar el éxito en mayo de Ahora Madrid con el primer Orgullo Verde de la historia.
Miremos hacia atrás para tomar impulso y abordar los retos de los próximos cuarenta años: cambio climático, agotamiento de recursos, fenómenos metereológicos extremos, sequías…. Si no somos capaces de alumbrar una gobernanza global que garantice el acceso equitativo a los recursos, la libertad, la democracia, los derechos universales, la cooperación… veremos regímenes ecofascistas que impondrán el control de los recursos por una minoría, y os aseguro que esos regímenes serán homófobos y tránsfobos. El fantasma del racismo, la xenofobía, el nacionalismo excluyente recorre Europa. Entre los ahogados en el Mediterráneo también hay hermanas trans, lesbianas, bisexuales, gays
Nunca demos por definitivamente adquiridos nuestros derechos porque costó muchos años lograrlos y bastaría una profunda crisis social, caldo de cultivo de la extrema derecha, para arrebatárnoslos.