26.1.13

Crece la marea ciudadana

La presión de los mercados financieros, la deuda ilegítima creada por el propio sistema financiero
especulativo y las brutales políticas de ajuste dirigidas contra la mayoría de la sociedad, junto con la
corrupción y la pérdida de legitimidad de las instituciones, están causando en nuestro país la mayor
crisis de la democracia de las últimas décadas.
El creciente desempleo, el ataque a la Sanidad y la Educación públicas, a los derechos laborales y
sociales, al medio ambiente, nos ha hecho confluir en las calles, en las mareas ciudadanas, blanca,
verde, roja, naranja, groga, amarilla, negra, azul, violeta… defendiendo nuestros derechos.
Una sociedad justa y viable sólo será posible si la ciudadanía se une para defender los derechos sociales
por encima de los mercados y la política honesta y la justicia social por encima de los intereses de las
elites financieras.
La reforma del artículo 135 de la Constitución española, sin consulta alguna a la ciudadanía, supedita
todos los recursos del Estado al pago de esta deuda ilegítima a costa de recortar todos los servicios
públicos y de subastar a precio de saldo el patrimonio del Estado. Esta reforma supuso un “golpe de
estado financiero”, pues maniata al gobierno primando el pago de los intereses frente a las obligaciones
propias de un Estado Social y de Derecho.
En 1981, tras el golpe militar, la ciudadanía se manifestó masivamente en defensa de la Libertad y la
Democracia. Ahora, 32 años después, llamamos a toda la ciudadanía, a todas las mareas, asambleas,
organizaciones y colectivos a confluir en una jornada de movilización el próximo 23 de febrero.
Por la Democracia, la Libertad y los Derechos sociales
No al golpe de estado financiero. No debemos, no pagamos
Hay alternativas. Hay soluciones:
- Por la Justicia social y ambiental
- Por la Transparencia y la Democracia participativa
- En defensa de unos Servicios Públicos y Universales
- Por una Auditoria Ciudadana de la Deuda. Contra la Deuda ilegítima.



20.1.13

Toma la calle #Razones23

Cuando salimos a la calle el 15 de mayo de 2011 en defensa de una democracia real, denunciando así la creciente pérdida de legitimidad de nuestras instituciones democráticas, no podíamos imaginar que fuéramos a ver, tan pronto, el deterioro de la credibilidad de todas y cada una de las instituciones del estado. La marea de la corrupción se desborda por las cloacas de nuestro sistema político justo cuando hemos sufrido un brutal empobrecimiento económico y estamos perdiendo derechos sociales básicos.
Tenemos la imperiosa necesidad de unir todas nuestras voces, manos, exigencias, urgencias, banderas...
La democracia, nuestro estado social, nuestro futuro están en riesgo.
Sabemos que hay otras respuestas a la crisis, pero también que sólo la movilización activa y permanente de la ciudadanía permitirá un cambio de rumbo.

18.1.13

Sube la marea de la indignación ciudadana



Las últimas entregas del largo culebrón de la corrupción, las cuentas en Suiza, los pagos en negro, el ático marbellí, la larga lista de los Fabra, Baltar, Miguel Blesa, Rodrigo Rato nos han llevado a un punto de máxima crisis institucional y pérdida de legitimidad del Gobierno y el Partido Popular que lo sustenta.
En el período de máxima movilización social de las últimas décadas la ciudadanía está dando pruebas de su generoso compromiso con la defensa de nuestro modelo social. La Educación, la Sanidad, la Dependencia, los derechos laborales, los servicios Sociales, la función pública, la cultura, los bomberos, telemadrid…. Hemos salido a la calle una y otra vez con las mareas ciudadnas, haciendo un enorme esfuerzo, porque sabemos que nos jugamos el futuro.
La marea sube, con sus olas verdes y blancas, desborda previsiones. Si el gobierno esperaba que nos cansáramos, ahora parece ofrecernos una nueva oportunidad para unirnos en las calles y en las plazas con un grito compartido #CorrupciónCero #SiSePuede
Esta tarde entorno a la calle Génova escucharemos un clamor pidiendo la dimisión del Gobierno. Y Rajoy sigue desaparecido.
Todo parece una invitación a la insurrección ciudadana, porque la marea sube y sigue subiendo y si no obtiene un cauce, se desbordará inevitablemente.
Cuando van a cumplirse 32 años del 23F, cuya superación supuso la consolidación de la democracia frente al golpismo cuartelario, estamos ante la mayor crisis institucional del régimen instaurado con la Constitución del 78. Todas y cada una de las instituciones del estado sufren una gravísima crisis de legitimidad por la confluencia del empobrecimiento generalizado de la población y la pérdida de derechos por un lado y por otro lado el interminable rosario de la corrupción.
Sube la marea ciudadana de la indignación
Pero el ataque que sufre la Democracia no viene ya de los cuarteles, sino de los parqués de las Bolsas, los llamados mercados, el capital financiero globalizado. La corrupción añade dolorosas guindas de esperpento a lo que es toda regla un Golpe de Estado Financiero Global.
En 1981, salimos a la calle en defensa de la Democracia, la Libertad y la Convivencia. En 2013 hay sobradas razones para confluir en las calles y en las plazas en una gigantesca marea ciudadana que ponga los derechos por encima de los mercados y la Soberanía Ciudadana por encima de una economía especulativa y criminal.