Una apuesta arriesgada y honesta que combina el mejor teatro clásico con el activismo sociopolítico en las plazas. Ha sido un placer asistir a este estreno y participar como parte del coro sintiendo probablemente algo muy parecido a lo que sentía el público que asistía al teatro en la Grecia clásica.
Un teatro de los sentimientos que interactúa con el público y hace continuos guiños a la realidad, a las asambleas, a nuestros miedos, a nuestros sueños.
Está función volverá a representarse en las plazas de muchos barrios y ciudades porque conecta muy bien con lo que vivimos cada día en los movimientos sociales y como el mejor teatro es capaz de provocar nuestra risa y nuestra emoción.
Enhorabuena a toda la compañía, a Marte, a la Madre Teresa, al autor y director, a la puesta en escena y hasta al vestuario tan desharrapado y actual. Una magnífica función que funciona y merece tener un largo desarrollo.
1 comentario:
Muchas gracias de parte de toda la compañía.
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