“¡Se oye el agua de la fuente!” decía una vecina del barrio
en el Paseo del Prado esta mañana. La fuente, los pájaros, la música… El Prado
sin coches vuelve a ser un Paseo con paseantes de todas las edades, bicicletas,
patinadores… El Prado y otros paseos de la ciudad fueron colonizados por el
tráfico ruidoso y contaminante que nos mata poco con las enfermedades
respiratorias, cardivasculares, cancerígenas, mentales…que produce. Recuperar
el espacio de los coches, la calzada, para las personas, para la vida…es
imprescindible para nuestra salud. Así lo exige la Directiva Europea de Calidad
del Aire, la Organización Mundial de la Salud y el sentido común.
Un millón y medio de coches entran cada día al interior de la
M30 dejándonos sus malos humos. En la almendra central de la ciudad la mayoría
vamos andando, en transporte público y una creciente minoría en bici. Madrid no
es ciudad para coches. ¿Por qué debemos de tolerar que entran tantos coches con
sus malos humos?. Hay que quitarle espacio al coche en la ciudad para devolvérselo
al peatón, el transporte público y la bicicleta.
Este es el sentido que tiene la propuesta de cerrar al
tráfico el Prado para devolvérselo a la gente. Empezamos en el Paseo del Prado
los domingos, pero el objetivo es transformar gradualmente la ciudad, para que
la prioridad sean las personas caminantes –incluidos mayores, pequeños y
personas con movilidad reducida- el transporte público y las bicis. ¿Ningún
coche entonces? Los mínimos necesarios y los que queden prioritariamente compartidos
y progresivamente Cero Emisiones, eléctricos.
Cerrar el Prado no es ni una ocurrencia ni un gesto retórico
por la Semana Europea de la Movilidad. Es una apuesta estratégica por recuperar
la ciudad, cambiar la cultura de la movilidad, quitarnos la boina de la contaminación
y democratizar el espacio público.
Este año elige, cambia y combina como te mueves, es el lema
europeo. ¡Pruébalo!, cambia el coche por
el transporte público, la bicicleta, caminar, una combinación de todo ello, tu
salud te lo va a agradecer. También lo agradecerá la salud de toda la ciudad y
del planeta.
El miércoles proponíamos un Pacto Ciudadano por la Movilidad
y la Salud. Los argumentos y conclusiones de años de investigación de doctores
como Elena Boldo y Julián Diaz Jimenez del Instituto de Salud Carlos III, son
claros y rotundos. Estamos dilapidando nuestra salud con un modelo de movilidad
que nos sale muy caro en vidas humanas, hospitalizaciones, tratamientos y bajas
laborales.
El aire de Madrid no va a limpiarse por cerrar el Prado los
domingos por la mañana. Es verdad. Pero nos permitirá disfrutar la ciudad sin
coches y con aire limpio. Creo que a la mayoría nos va a gustar respirar aire
limpio, oir música, pasear con la familia y disfrutar del llamado Salón del
Prado. Nos gustará tanto que lo querremos también por la tarde, más delante los
sábados y que acabe todos los días como Paseo de verdad, con transporte público
y servicios cero emisiones, con bicicletas y muchas gentes paseando, haciendo
ciudad. Al Prado deberán seguirle otros paseos, en el centro y en los
distritos. ¡Que los paseos sean para pasear y las autopistas queden lejos de la
ciudad!.
No va a ser fácil. La minoría que se desplaza en transporte
privado contaminante, en coche, se aferra a sus privilegios. Algunos hablan de
sostenibilidad financiera del transporte pública y recriminan a los usuarios
que el 50% del transporte público se financie con los impuestos de todos.
Olvidan que las infraestructuras viarias que han endeudado las instituciones
públicas, se han financiado al 100% con dinero público, aunque sean utilizadas
por una minoría que va en coche y contamina sin pagar billete ni peaje. ¡Hasta
las radiales de peaje han tenido que rescatadas con dinero público!. El coche,
la carretera, no paga por el uso de la calzada y la autovía, como hacemos los
usarios del metro y el autobús. Democratizar la movilidad es que todas
respiremos aire limpio y vivamos en un entorno saludable y adecuado para
nuestros hijos y nuestros mayores. Eso pasa por disminuir el uso del coche. No
hay otra alternativa.
Es sabido que en Oslo cerraron la ciudad al tráfico con
mucha oposición inicial. Cuando la gente lo disfrutó votó a favor en el
Referendum que se hizo. En Londres el congestion
charge, la tasa de entrada, ha tenido una aceptación creciente.
Más allá de que episodios de alta contaminación obliguen al
Ayuntamiento a restringir el tráfico para cumplir la Directiva de Calidad del
Aire, la cultura de la movilidad tiene que cambiar. Y para ello hay que modificar
la pirámide de las prioridades: peatones, bicis, transporte público, vehículos compartidos
cero emisiones y en último lugar el vehículo privado contaminante. El cambio
sólo puede ser gradual y progresivo, como mucha pedagogía y participación
ciudadana. Pero es imprescindible hacerlo.
Medidas como la peatonalización progresiva con las Áreas de Prioridad Residencial, las zonas
cero emisiones, el calmado del tráfico -con un límite
genérico de velocidad máxima a 30 Km/h
en el casco urbano y contadas excepciones a 50km/h en vías preferentes y máximo
de 80km/h en los accesos por autovías-, son ineludibles para mejorar la calidad
del aire.
El pasado viernes 18, decenas de plazas de estacionamiento
habitualmente ocupadas por los coches se convirtieron en pequeños jardines por
unas horas en la jornada mundial del Parking Day. Como medida permanente
fruto del Parking Day el Ayuntamiento va a proponer ajardinar los alcorques de
los árboles con pequeños convenios con los vecinos, comerciantes y asociaciones.
Es otra forma de recuperar espacio y vida en la ciudad.
Quedan dos días para acabar la Semana Europea de la Movilidad. El sábado y el domingo miles de
bicis y paseantes han recuperado el espacio perdido en favor del coche. El
martes, día sin coches, un cierre simbólico de cuatro horas en la Gran Vía
señalará hacia donde queremos ir. Una ciudad progresivamente pacificada y
liberada de los humos, del ruido, de los coches... No tiene sentido usar la
Gran Vía, la Castellana o el eje Cea Bermudez/Mª de Molina para atravesar la
ciudad de una autopista a otra. Ya hay bastantes alternativas de
circunvalación. El aire, la vida, los residentes y visitantes de Madrid no
admiten un millón de coches entrando cada día.
Cierto que el cambio no puede ser en dos días. Que será
necesario mejorar el transporte público, particularmente entre puntos de la
periferia, superando el actual sistema radial. Cierto que los cambios llevan
tiempo y mucha pedagogía. Pero es el futuro. Hamburgo planea cerrar todo el
centro de la ciudad, Milán ya lo ha hecho, Paris y Londres están en ello.
Madrid no debe quedarse atrás.
Madrid no es ciudad para los coches. No debemos permitir que
la contaminación nos siga matando lentamente.
Elige, cambia y combina como te mueves. Camina, pedalea, coje el bus, el metro, el taxi. Si te resulta imprescindible ir en coche alguna vez, vende el tuyo y apúntate al coche compartido, el car sharing, saldrás ganando en dinero y en salud. Si aún así consideras impresciondible tener un coche en propiedad, que sea eléctrico, cero emisiones. Es el futuro
Elige, cambia y combina como te mueves. Camina, pedalea, coje el bus, el metro, el taxi. Si te resulta imprescindible ir en coche alguna vez, vende el tuyo y apúntate al coche compartido, el car sharing, saldrás ganando en dinero y en salud. Si aún así consideras impresciondible tener un coche en propiedad, que sea eléctrico, cero emisiones. Es el futuro
3 comentarios:
Gracias Ramón por el apoyo y presencia del equipo de Movilidad del Ayuntamiento en este evento. Es el momento de dar un cambio a Madrid, de acercarnos a las ciudades europeas avanzadas, de convertir a la contaminación en historia como lo fue la época industrial del carbón y del vapor. No podemos permitirnos y dejar como herencia una ciudad sucia, irrespirable, ruidosa e intransitable.
Cada vez somos más los que circulamos en bici por Madrid, nos llamaron locos y suicidas, y cierto que bicis blancas recuerdan a compañeros que han sufrido la irresponsabilidad de los conductores. Y también locos a los que nos decidimos a cambiar nuestro coche petrolero por uno 100% eléctrico. Pero en ambos medios de transporte cada vez somos mas, ya ver ciclistas por Madrid es lo habitual y ver coches cero emisiones empieza a serlo.
Es el futuro global pero ya es el presente para las ciudades. Sólo tenemos que cambiar la mentalidad y apostar por la sostenibilidad.
Hola Ramón,
Estoy muy de acuerdo contigo. El problema de contaminación que tenemos en Madrid es brutal, desde Coslada, donde vivo, la boina negra siempre está presente en el horizonte. Yo intento contribuir con mi coche eléctrico y mi foro de propietarios y usuarios de estos vehículos (foroev.com) pero se necesita más concienciación, más uso de la bicicleta, más transporte público, preferiblemente eléctrico, más coche compartido y también más puntos de recarga para la gente con coches eléctricos que vive en la periferia y hace desplazamientos hasta la capital.
Gracias por vuestro apoyo decidido para mejorar la calidad de vida de los madrileños.
Saludos.
Gracias Ramón por el apoyo y presencia del equipo de Movilidad del Ayuntamiento en este evento. Es el momento de dar un cambio a Madrid, de acercarnos a las ciudades europeas avanzadas, de convertir a la contaminación en historia como lo fue la época industrial del carbón y del vapor. No podemos permitirnos y dejar como herencia una ciudad sucia, irrespirable, ruidosa e intransitable.
Cada vez somos más los que circulamos en bici por Madrid, nos llamaron locos y suicidas, y cierto que bicis blancas recuerdan a compañeros que han sufrido la irresponsabilidad de los conductores. Y también locos a los que nos decidimos a cambiar nuestro coche petrolero por uno 100% eléctrico. Pero en ambos medios de transporte cada vez somos mas, ya ver ciclistas por Madrid es lo habitual y ver coches cero emisiones empieza a serlo.
Es el futuro global pero ya es el presente para las ciudades. Sólo tenemos que cambiar la mentalidad y apostar por la sostenibilidad.
Publicar un comentario