22.6.08

POR UN TRATADO DE CIUDADANIA EUROPEA

LA CRISIS EUROPEA POR UN TRATADO DE CIUDADANIA EUROPEA Y UN REFERÉNDUM A ESCALA EUROPEA EN EL 2009
Con el no irlandés el Tratado de Lisboa navega a la deriva. Con el no irlandés el Tratado de Lisboa está mal herido. La estrategia de los gobiernos europeos de reformular el tratado constitucional y de evitar la celebración de referéndums ha fracasado estrepitosamente. Sin embargo, no debamos enterrar a la vez a la democratización de la UE y la consagración de la Carta de Derechos Fundamentales. La crisis institucional perpetuada por el "no" amenaza a la misma existencia de la Unión Europea porque Europa no puede seguir con el tratado de Niza que representa exactamente lo que más rechaza la ciudadanía europea. Europea tiene que ser mucho más que subvenciones, burocracia y un gran mercado. Lo que ha sucedido en Irlanda refleja un malestar general sobre el rumbo de la Unión Europea. Debemos olvidar de forzar otro referéndum en Irlanda sobre el mismo tratado porque provocaría aún más alienación por parte de personas por todo el continente. No se trata de simplemente. acometer un protocolo especial con Irlanda y la renegociación del Tratado tampoco es una opción. El hecho es que sería imposible llegar a un consenso entre los partidarios de más o de menos Europa entre los gobiernos europeos. Necesitamos una iniciativa audaz para evitar un parálisis de la UE. Propongamos un "Tratado de la Ciudadanía Europea" que incluiría en una "Acta Europea por la democracia" a todos los elementos de procesos constitucional que protegen y amplían a los derechos de la ciudadanía: La Carta de los Derechos Fundamentales, los objetivos y valores de la Unión, la mayor codecisión del Parlamento Europeo, los derechos de Tribunal Europeo de Justicia y el derecho a la iniciativa ciudadana europea. Es importante que la "Acta Europea por la democracia" contendría en si la posibilidad de futuros cambios mediante un referéndum europeo. De nuevo el "no" irlandés ha demostrado que los referéndum nacionales son inapropiados para decidir cuestiones europeas ya que siempre acaban siendo determinadas por debates de política interna y no por los intereses europeos. Finalmente faltan mecanismos audaces para abrir la casa europea a la participación popular. El "Tratado de la Ciudadanía Europea", o en su carencia “El Tratado de Lisboa” debe ser considerado por todos los votantes europeos en un referéndum el mismo día de las elecciones europeas en junio del 2009. La elección popular directa del próximo presidente de la Unión Europea y la elección de una parte de los eurodiputados en listas partidistas transeuropeas también serían unas formas de involucrar y despertar el interés en la cosa europea entre la población del continente.
David Hammerstein diputado de LOS VERDES EN EL PARLAMENTO EUROPEO

No hay comentarios: