28.5.08
Seis años verdeando
Pronto se cumplen 6 años en que tras la presentación de la candidatura de Mendiluce para las municipales de 2003 comencé a colaborar con Los Verdes. Además de la ecología política, me atraía el caracter transnacional y europeista de Los Verdes, la idea de un nuevo modelo de partido, de una nueva forma de hacer política y la perspectiva de que Los Verdes pudieran emerger como fuerza política en España, con representación y cierta capacidad de influir en las políticas públicas.
Son de sobra conocidas las razones que hacen muy dificil la emergencia de un nuevo partido en nuestro sistema político: la ley electoral, el límite del 5%, el poder de los medios de comunicación, etc.
Sin embargo hoy por hoy entiendo que Los Verdes en España no han aportado nada en cuanto a un nuevo modelo de partido o una nueva forma de hacer política.
A día de hoy no hay ninguna perspectiva de que Los Verdes en España sean un partido federal, democrático y paritario. Todo hace preveer que el Congreso que prepara la llamada "Confederación" de Los Verdes, excluirá a una parte del movimiento verde y no abordará la necesidad de contar con una estructura política federal, con una única legalidad.
Me siento por tanto, como tantos ciudadanos "huerfano" de partido político y sin posibilidad de votar al partido que mejor me representa, sino tan sólo al que me parezca "menos malo". Sin niguna posibilidad de participar en la elección de mis representantes políticos, viendome obligado a elgir entre distintas marcas con mayor o menor posibilidad de obtener representación y de defender mis intereses y valores.
Sigo pensando en la necesidad de que la ecología social de el paso a la ecología política como ha sucedido en otros paises europeos. Esto es algo que incipientemente sucede en algunos pequeños municipios, bien a través de listas verdes o bien con candidaturas ciudadanas preocupadas por los abusos urbanísticos en el nivel municipal. El caso Villena, en Alicante, donde se han cumplido 20 años desde que Los Verdes obtuvieran representación es paradigmático. Otros municipios como Parcent, donde una candidatura ciudadana gobierna tras las elecciones de 2007, o como Vecinos por Torrelodones, con 4 concejales en la oposición son ejemplos interesantes, pero muy minoritarios hoy en día y posibles tan sólo en pequeños municipios.
2004 fue un año muy interesante para Los Verdes españoles. El acuerdo con el PSOE permitió la elección de un diputado en el Congreso y otro en el Parlamento Europeo. La incapacidad para construir una organización federal y democrática, respetuosa con el pluralismo, el debate político y la toma de decisiones de forma democrática, ha dilapidado ese capital, aunque sin duda ha habido iniciativas positivas y dignas de elogio.
Es muy dificil que un partido político que no sabe gestionar sus propios conflictos pueda obtener la confianza de los ciudadanos para gestionar los conflictos de la sociedad. Esto es algo que vale tanto para los partidos mayoritarios, como el PP o el PSOE, como para los minoritarios.
El debate sobre la crisis de los partidos que se refleja en la baja confianza de los ciudadnos hacia los mismos, es largo y no se vislumbran soluciones. Es obvio que existe un activismo socio político, que con mayor o menor fortuna coloca ciertos asuntos en la agenda política y tiene cierta capacidad de incidir sobre el sistema. El caso más claro es el de las movilizaciones contra la Guerra de Irak en 2003. Es verdad que no se logró impedir la invasión y sus nefastas consecuencias, pero también que se produjo un vuelco electoral, tal vez más por los errores del Gobierno Aznar que por los méritos de la entonces oposición socialista. También se han producido avances significativos en ciertas materias, particularmente en las llamadas políticas de igualdad. Pero poco ha cambiado en la desafección de los votantes hacia los partidos a los que votan o en la calidad de nuestra representación política.
Muchas luchas ciudadanas y ecologistas terminan chocando con el muro de las mayorías políticas que permiten sortear la legalidad vigente utilizando el sarcástico "interés general" y la lógica de la mayoría en los distintos ámbitos polícos: municipal, autonómico, estatal o europeo.
El espacio político de la ecología política en España es hoy en día un espacio vacío, si exceptuamos algunas iniciativas -valga la redundancia- de Iniciativa per Catalunya Verds y los escasas experiencias a nivel municipal.
Los Verdes hoy en día no son capaces de configurarse como una fuerza política coherente y cohesionada, lo que hace muy dificil que salgan algún día de la marginalidad.
Queda el costoso trabajo en el nivel local y el largo debate sobre el papel de los partidos en la expresión del pluralismo político y la representación de los ciudadanos.
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1 comentario:
Comparto mucho de lo que dices. Pertenezco a una generación que luchó por la democracia, con problemas incluidos, fui interventor del PSOE en las primeras elecciones y, después, intente mantener posiciones de izquierda. Defraudado con los partidos del cambio y con los dogmáticos desunidos, me he centrado durante años en la actividad sindical como delegado de CCOO. También ahí he tenido problemas con los funcionarios sindicales de la estructura por lo que he preferido trabajar en mi empresa y con mi gente. Durante un periodo he seguido la experiencia Verde en España y, la verdad, me suena bastante parecida a la de IU. Enfrentamientos, desuniones, algunas mezquindades y excesivos personalismos. Sin embargo la alternativa debía estar clara y con gancho entre la gente. Supongo que las minorías tenemos más tendencia hacia la autodestrucción y división interna. Pese a todo creo que todo tiene aspectos positivos y no debemos olvidarlo.
Pero lo cierto es que ahora ya no creo en los partidos como vehículo de transformación social. Prefiero apostar y comprometerme con la SOCIEDAD CIVIL. Tampoco creo que debamos plantearnos ganar las guerras, sobre todo a corto plazo. Se trata de aplicar una cierta manera de vivir, unos valores que defender porque son "nuestros" valores. Solo aspiro a seguir siendo coherente con mis ideas y que mis hijas tengan una posible referencia para su propia experiencia vital el día de mañana. Lo de ganar es ya un lujo. Lo importante es ocupar tu sitio en la trinchera y procurar no tirar la toalla. (Lo cual es un derecho también comprensible).
De todas formas recuerdo la época franquista y también nos parecía que éramos poquísimos, muy divididos y que no conseguíamos mover la losa. Nos dividíamos en mil grupúsculos, PT, ORT, polimilis, PST, Liga, plataforma, Junta...solo el PCE tenia estructura, al PSOE había que buscarlo con lupa. Éramos tan cainitas como ahora y, pese a todo eso, la losa se movió. Los cambios históricos exigen perspectiva. Puedo equivocarme pero da la impresión que estamos entrando en una dinámica más activa con paulatino protagonismo de agentes atípicos como las plataformas sociales. El movimiento contra la guerra fue un éxito en si mismo. Fue un ejercicio de salud social, de reacción ante lo que de verdad importa. No será la ultima reacción ante temas trascendentes. El germen esta en las plataformas, coordinadoras, los "salvemos..."Ahí se esta cociendo una parte del futuro.
Deben ser las influencias anarquistas de mi tatarabuelo - maestro de escuela- pero quiero creer en la educación para la vida y en las personas de carne y hueso, en el trabajo colectivo y en defender numantinamente las posiciones ideológicas más básicas, junto a una desconfianza visceral contra el poder - incluido el propio-. De mi educación escolar religiosa me he quedado (aparte de un rechazo vital a la institución) con el concepto de lo que esta bien hecho y lo que no. A partir de ahí todo es discutible y nadie es portador de la verdad absoluta. Mientras tanto, amigo, sigamos trabajando que aunque no lo parezca merece la pena, como tu estas demostrando con nosotros.
Aprovecho: ¿Puedes darnos las señas de Bruselas donde debemos mandar la Petición?
Si nos consigues esa reunión con David el 13 por la tarde seria fenomenal.
Un fuerte abrazo.
Ricardo..
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