Van a dar las cinco de la mañana en Nablus, el canto del ruiseñor deja de escucharse y se oye el primer coche de la mañana rompiendo el silencio d la noche. A lo lejor un perro ladra. Ayer salimos a las 8 de la tarde de Jericó para encontrarnos en Ramala con Mª José -sevillana de Alcalá de Guadaira y amiga de mis amigos de Ecologismo Positivo-. Por el camino vimos el muro de la vergüenza, los paupérrimos asentamientos de los beduinos, con sus chabolas de hojalata y sus cabras y en la distancioa algún asentamiento de colonos isrraelíes. Ramala estaba de fiesta no solo porque se acerca el Ramadán: celebran el segundo aniversario de la muerte del poeta opalestino Muahmad Darbús.
Pasamos por delante de La Mukata y vimos tras el muro la torre del monumento funerario a Yassir Arafat. Mª José ha prometido facilitarme la dirección en Madrid de Pedro Martinez Montávez, el mejor arabista, traductor de los poetas árabes del s. XX, como este de Fatwa Tuqan que releo en la edición de Poetas Arabes contemporáneos que me acompaña en este viaje, cuando en la ciudad que la vió nacer ha dejado de cantar
EL RUISEÑOR
En el jardín,
fué buscando a su herrmano el ruiseñor;
y las flores lloraron de sus trinos.
Jadeante de pena el ruiseñor,
un suspiro en sus flancos agitóse.
¿Quién ha alejado el canto del poeta;
y lo dejó en silencio con las tumbas?
¿Quién turbó su pureza,
para dejar su pureza y sentirse a disgusto entre los pájaros?
Pero no halló a su hermano bienamado,
el oído que sus cantos comprendiera.
Y el ruiseñor voló hasta las tiernas ramas de su arak.
Extendido el cuello, desde lo alto,
dejó escapar su cántico doliente:
con su canto fundianse, en el bosque, las ramas de los árboles.
Y al no encontrar a quien con él trinara,
abandonó el jardín,
el corazón doliente y afligido.
En la noche serena,
-cuando el ojo reposa;
y aparece la estrella que alegra al caminante-
mi corazón inquieto con sus penas,
te busca inútilmente.
Lloraré sin cesar, en mi verso tan trste,
con mi voz afligida,
con mi gemir contínuo.
Con la luz de mis ojos y el latir de mi sangre,
esperando la muerte.
Hemos salido de Ramala para llegar a Nablus hacia las once de la noche. Los familiares y amigos de Salam Almaslamani, nos han dejado una casa en donde alojarnos y nos han invitado a cenar en una terraza deliciosas ensalas, humus y carne con tomate y cebollitas asados al carbón. Nuestro anfitrión ha prometido traernos el desayuno a las nueve de la mañana. Hoy visitaremos los campos de refugiados de la zona, como el de Jenin, saludaremos a las familias de los niños que trajimos de vuelta desde España y nos encontraremos con Amir, uno de los monitores de la expedición, nacido en La Habana de madre cubana y padre palestino.
foto: Iyad al Azzaní en el bus
Es totalmente de día y se escucha cercano al mohecín llamando a la oración. Se me han puesto los pelos de punta, tengo lasensibilidad a flor de piel.
AMANECE UN NUEVO DÍA EN PALESTINA
¿Se apiadarán de nosotros los isrraelíes y nos permitirán entrar en Gaza?. Es dificil, pero dicen que el que la sigue, la consigue y si no es en este viaje será en otro.
ENTRAREMOS EN GAZA MÁS PRONTO QUE TARDE
PORQUE UN NUEVO DÍA ESTÁ AMANECIANDO EN PALESTINA.
....desde Nablus cuando han dado ya las seis de la mañana
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