2.1.08
Con la Iglesia hemos topado... una vez más
El sector más intransigente y fundamentalista del catolicismo se ha hecho con el poder tanto en el Vaticano como en la Conferencia Episcopal española. No les basta con marginar y perseguir a los católicos que pretenden ser coherentes con el mensaje cristiano, desde la Teología de la Liberación hasta el reciente acoso a la parroquia de Entrevías. Ahora pretenden imponer su arcaico modelo de familia al conjunto de la sociedad. Es cierto que la Iglesia va muy retrasada en su evolución respecto de la sociedad civil. Les costó siglos reconocer que las mujeres "también tienen alma" o que Galileo no era un hereje sino un científico. Pero en la necesaria adaptación de cualquier institución a la evolución social, cultural y científica, en el caso de la Iglesia Católica se aprecia un notable retroceso respecto de los avances que supuso el Concilio Vaticano II en los años 60.
La hipocresía y el cinismo de los prelados no tiene límites. Ahora resulta que los pederastas son víctimas de los provocadores adolescentes, según ha manifestado el obispo de Tenerife y que las leyes aprobadas por el Parlamento ampliando los derechos de los ciudadanos son nada más y nada menos que una amenaza para la democracia y un retroceso en los Derechos Universales.
Y esto lo dice una institución Teocrática que niega la democracia en su seno, margina a las mujeres y alienta la intolerancia y la homofobia.
Es necesario recordar a los obispos que el vigente Concordato es anticonstitucional y que los privilegios de que actualmente goza la Iglesia Católica en materia de financiación y fiscalidad están llamados a desaparecer tarde o temprano.
El integrismo católico ha iniciado su campaña electoral para las generales de marzo, pero para el PP puede suponer el abrazo del oso. Desde el hundimiento de la UCD, la derecha española se ha empleado a fondo para integrar en un único partido desde la extrema derecha y el nacional catolicismo hasta el centro derecha moderado y liberal, pero lo que puede ser bueno para movilizar a su sector radical, puede también privarle de apoyos en el centro.
Como ha declarado el ministro Caldera, si la Conferencia Episcopal quiere entrar en política lo que debería hacer es presentarse a las Elecciones.
Por su parte el Gobierno sigue poniendo parches y paños calientes para desactivar la agitación episcopal, pero todo es vano. Cuantas más concesiones se hacen a los mitrados más se radicaliza su discurso.
¿No ha llegado ya la hora de que la Iglesia Católica cumpla las leyes? Hasta tres veces he intentado apostatar sin conseguirlo, pues la Iglesia no entiende que está obligada a cumplir la Ley de Protección de Datos, y así siendo víctima la homofobia eclesial, sigo figurando en sus bases de datos como católico. ¿Y que decir de los profesores de doctrina católica que pagamos entre todos y la Iglesia contrata y despide a su antojo?
¿Qué tienen que decir curas y obispos de la familia, si ellos no constituyen familia alguna en virtud de su voto de castidad? Eso sí, de abusos sexuales saben bastante porque sufren las tentaciones de la carne que es débil. ¿Qué tienen que decir de la Democracia, ellos que convirtieron un golpe de estado militar en una "Santa Cruzada"?
Los sentimientos religiosos merecen todo el respeto para quienes no los compartimos. Incluso es necesario reconocer que valores como la solidaridad, la justicia y hasta la defensa del medio ambiente pueden estar inspirados por creencias religiosas.
Pero señores obispos, no nos hagan comulgar con ruedas de molino a quienes ya comimos muchas hostias por imposición de la dictadura nacional-católica, ni tampoco a quienes nunca la conocieron y disfrutan del mayor período democrático en la historia de este país.
Tras la manifestación ultracatólica con participación del mismísimo Papa de Roma vía satélite, muchas familias nos sentimos insultadas y amenazadas en nuestros derechos. La diversidad actual de la familia, es no sólo una realidad social, sino un valor en sí mismo que amplía derechos a quienes antes no los teníamos. La "Red por la Diversidad Familiar" ha elaborado un manifiesto de las familias realmente existentes que puede firmarse en http://www.firmasonline.com/1firmas/camp1.asp?C=1055
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